Se atribuye a John Lennon la frase que dice que La vida es lo que transcurre mientras hacemos planes. Aunque podemos encontrar variantes de la misma, lo cierto es que a fuerza de proyectarme en el futuro, la vida pasa, transcurre y yo sigo haciendo planes. Tú sabes mejor que nadie que hay momentos en la vida que son como una piedra lanzada a la quietud del estanque. Su superficie se rompe en mil ondas que avanzan en perfecto orden hacia el infinito. Todo se altera. Se confunde y el impacto hace que el lodo del fondo se remueva y deje de verse. En este momento, comprobamos que los sentidos se complementan. Realmente, se solapan. Si la vista no nos sirve, podemos utilizar, por ejemplo, el oído. Gracias al oído puedo escuchar cada día tu voz. Esa voz tan peculiar que un lejano otoño me sorprendió por la vehemencia con la que exponía ideas y proyectos que eran totalmente desconocidos para mí. Lejos de los medicamentos, de las consultas y de los profesionales de la salud, están los enfermos. En sus casas. A veces solos. Y otras, acompañados por sus cuidadores. Generalmente, mujeres, por lo que es más apropiado decir cuidadoras. Tantos años en la sanidad pública. Y en las redes. Pero tuviste que llegar tú para mostrarme la dimensión más humana de la atención sanitaria.
También es útil el tacto. Y gracias a él he conocido tus manos. Unas manos que imponen por su fuerza. Pero también por su determinación. Decidieron no dejarme caer y aún me tienen asido en el vacío. Pero ahora, estoy seguro de que no caeré. Y no lo haré porque me sostienes tú, que de tanto codearte con tus cuidadoras, te has convertido en una más. De los demás sentidos, no quiero dar más detalles porque estoy seguro que algún día este blog lo leerán tus hijos y los míos. Ellos son razón más que suficiente para escribir decenas -qué digo- centenares de artículos con la suficiente mesura para que, a día de hoy, no haya tenido la necesidad de eliminar ninguno o ruborizarme al leerlo pasado el tiempo.
Con este post no sé muy bien qué te quiero decir. Quienes no te conozcan -quienes no conozcan mi cara oculta- pensarán que hoy he perdido el norte. Y echarán de menos la parte de metodología, los resultados y las conclusiones. No obstante, esta entrada también tiene una metodología. Anda por ahí, más arriba. Solo tienes que buscarla. Los resultados, son evidentes: a pesar de todos los pesares y de un año demencial, seguimos en la brecha. Y como conclusión, dos: escribir es terapéutico. Se lo recomiendo a todo el mundo y debería incluirse en cualquier guía en el apartado de tratamiento no farmacológico de muchas enfermedades. La segunda es que la vida te devuelve lo que das. Tú lo das todo. Y lo recibirás todo. El estanque volverá a su quietud habitual y en él podremos ver reflejados juntos -una vez más- nuestros rostros. El proceso será lento y nadie ha dicho que será fácil. Pero todo camino tiene un final. Como este post. Por eso, antes de acabar quiero decirte una vez más que en la vida hay manos que surgen de la nada, como las tuyas, para ayudarte a salir adelante. Lo demás es historia. Nuestra historia. Esa que hará preguntarse a muchos lectores de qué va esto. Esto, querido lector, va de la vida. Esa que transcurre mientras algunos nos empeñamos en hacer planes…
de una tacada : sin respirar casi. Buff!!
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muy bello. gracias por compartirlo
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No echo de menos nada…solo encuentro belleza y emoción en tus palabras, casi nada: un regalo.
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Vaya joyita, que se lee con una ¿sonrisa?
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Diossss!! me he emocionado.. a alguién que escapaz de sacar casi la lagrima de «aguién» solo se le puede desear lo mejor y creo que lo teneis los dos.un abrazo
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Ahora en que todo parece hundirse y que la angustia se apodera de uno por no poder visualizar que ocurrirá más alla del momento presente …….esta entrada es una bocanada de aire revitalizador. Gracias
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Un abrazo
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Simplemente precioso ….
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Siempre leo sobrevolando, pero en este tu escrito saco dos , bueno 3 conclusiones: has pasado
por uno de esos momentos que remueven la desorganizacion organizada en la que tendemos dormitar mientras la mala vida es de otros; 2 la medicina conforma solo una parte pequeña del
consuelo de lo que los seres humanos podemos ofrecer y la tercera y mas importante es que te preguntas y nos preguntas cosas que la mayor parte de los dias dejamos que pasen de largo, aun , siendo lo mas importante
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Carlos me alegro, mientras nos empeñamos en hacer planes, casi siempre la vida te sorprende. Escribir como tu dices es terapéutico, pero leer… eso cura.
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el comentario de Ángeles me recuerda algo que leí hace muchos años. Manuel Rivas el escritor gallego afirma que una de las tradiciones más fascinantes consistía en utilizar las palabras como remedio terapéutico para muchos males. Así se hacía entre los curanderos coptos: “ su farmacopea estaba compuesta por palabras, las tenían metidas en frascos y usaban piedras preciosas para cristalizarlas”. Esas palabras representaban alimentos muy raros que tenían un efecto curativo. Gracias.
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Recuerdo ese articulo(resumen de una conferencia que impartió el autor) y que se publicó en «Eidon».
Creo recordar que los sanadores gallegos que curaban con las palabras se llamaban ¿»menciñeiros»?, y conseguían el alivio inventando una nueva biografia par el paciente. Un saludo.
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Dificil devolverte con palabras lo que me han producido las tuyas. Mezcla de dulzura, bondad y agradecimiento a la vez que comprender, que aunque el amor de los que queremos es lo único que nos mantiene con fuerza cuando a uno se le ha roto la rutina, hay algunas teclas que solo las puede mover al que le toca (o a su ser mas querido). Decirte que tu las mueves muy bien y que la melodía será (es) muy bella. Mis mejores deseos y gracias. Idoia
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Vaya regalo entrada que nos has dejado!!. Me ha emocionado..
Muchísimas gracias.
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seguro que a la destinataria se le cumplen sus sueños……..ya
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