Volvemos de las vacaciones con ánimos renovados. Y no lo hacemos solos. Otros que andan renovados son nuestros queridos turroneros, Antonio y Serafín, que han puesto en marcha su enésimo proyecto -al que han denominado cuidando.org– que está orientado a dar información  sanitaria y proporcionar recursos a los pacientes. Basta echarle un vistazo al informe del Ontsi titulado Los ciudadanos ante la e-salud para caer en la cuenta de lo acertado y necesario de iniciativas de este tipo. A estas alturas, parece que las administraciones siguen durmiendo el sueño de los justos. Menos mal que muchos de sus profesionales tienen la suficiente motivación y entusiamo para saltar el dique de la inercia. Mucha suerte en esta nueva etapa a la que, como no podía ser de otra forma, le brindamos todo el apoyo y colaboración que podamos prestarles.

Después de casi un mes alejado del mundanal ruido de las redes sociales y tras una inmersión full time en la realidad 1.0, con tardes de campo, playa y tiempo para disfrutar las puestas de sol o recuperarnos de los reveses de la vida, abrir de nuevo Google Reader y enfrentarnos a las 4.444 referencias (número de reminiscencias simvastatínicas, que ya es casualidad) ha sido todo un poema. De todo lo bicheado, nos hemos fijado en el último producto de la factoría SIGN, una guía de práctica clínica que trata de orientar sobre el uso de los antitrombóticos y cuyas recomendaciones son concordantes con los resultados de la revisión sistemática -aparecida en la sección Online First del Annals of Internal Medicine- que ha analizado la efectividad comparada de warfarina vs los nuevos anticoagulantes orales, en el tratamiento de la FA. Pero veamos, sin más dilación y de forma breve los aspectos más destacados de la guía…

1.- La guía se divide en dos apartados fundamentales: por un lado se recogen las recomendaciones referidas a cada subgrupo terapéutico (antiagregantes plaquetarios, anticoagulantes por vía parenteral y anticoagulantes orales) y por patologías o características del paciente (profilaxis en fibrilación auricular u otras cardiopatías, prevención primaria de la enfermedad vascular, arteriopatía periférica, trastornos mieloproliferativos, enfermedad cardiovascular y embarazo).

2.- En el apartado farmacológico se hace mucho hincapié en los aspectos relacionados con la seguridad y el uso adecuado. Entre los primeros destacamos las contraindicaciones y precauciones de uso, que son las recogidas en el British National Formulary y en relación al uso adecuado, la importancia que se da a las dosis recomendadas en cada patología o la necesidad de ajustar las mismas en determinados pacientes. Además, se trata el abordaje del paciente tratado con antagonistas de la vitamina K con un INR elevado y/o un episodio hemorrágico.

3.- En relación a la FA, se discute la evidencia existente sobre el lugar en la terapéutica de dabigatrán, rivaroxabán y apixabán. En los dos primeros casos se recomienda, con un grado de evidencia A utilizar los nuevos medicamentos como alternativa a las cumarinas (warfarina). En el caso de apixabán, no se dan recomendaciones específicas. Así mismo, se argumenta dicha recomendación en base a aspectos relacionados directamente con la seguridad del paciente, como la poca experiencia de uso o las hemorragias gastrointestinales asociadas, fundamentalmente, a las dosis más elevadas.

En definitiva, estamos ante un documento muy elaborado, con recomendaciones específicas, claras y basadas en la mejor evidencia disponible, orientado a promocionar la prescripción prudente de los antitrombóticos. A falta de una guía similar en España, consideramos que su difusión en todos los niveles asistenciales es vital para realizar un uso seguro y eficaz de estos medicamentos, más allá de los argumentos promocionales o los basados en criterios exclusivamente economicistas. Precisamente, más allá de todo esto, comienza la promoción del uso adecuados de los medicamentos…