Hoy vamos a hablar de Twitter. Sí, esa red social en la que a menudo llueven chuzos de punta y en la que, algunos, amparándose en el anonimato o en la turba, encuentran su medio para insultar, despreciar, difamar… a todo el que no opina como él. Pues sí, vamos a hablar de Twitter porque también tiene una cara amable: la formada por las personas que, sin más pretensiones, comparten sus experiencias, su trabajo, su vida, sus iniciativas. Sus contenidos.

Como bien sabes, El rincón de Sísifo tiene una amplia trayectoria en Twitter, como un elemento clave del entorno de aprendizaje personal al que nos hemos referido repetidamente. Cada día tuiteamos unos cuantos artículos que destacamos de la marabunta que cae en las redes de Feedly y los ponemos a disposición de aquellos que tienen a bien seguirnos, procurando no vulnerar nuestros propios mandamientos y añadiendo, cuando el tema lo permite, algo de pimienta y sal.

La vida de un tuit es efímera. Apenas unos minutos y desaparece de la vista aplastado por la actualidad. Si hace años podíamos entretenernos viendo el paso del tiempo reflejado en el segundero de un reloj, hoy podemos hacerlo viendo el goteo incesante de tuits. Pero ¿de verdad es tan efímera? Para qué tuitear, entonces. ¿Puro postureo? ¿Presentimos en las redes? No. Los tuits, se pueden recuperar y Twitter puede convertirse en un privilegiado e inteligente reservorio de información biomédica. Si aún no has probado a hacerlo, es así de fácil…

Ya sabes que Twitter permite hacer búsquedas. Si utilizas la aplicación nativa, en la parte superior derecha de tu pantalla encontrarás la lupa que indica dónde debes incluir las palabras clave. Pero, además, permite búsquedas avanzadas. Nosotros utilizamos el atajo de Google para acceder a ellas. Basta poner «búsqueda avanzada de Twitter» para poder entrar en el proceloso mundo de la recuperación de la información. Una vez estamos en la pantalla que aparece, basta con utilizar las palabras claves con tino y la cuenta(s) de referencia para ver cómo el trigo comienza a separarse de la paja.

Permítenos un pequeño consejo: para recuperar nuestros propios artículos, es importante utilizar siempre las mismas palabras clave al tuitear, porque será menos laborioso encontrar, por ejemplo, los de hipertensión si utilizamos siempre las siglas HTA, que si una vez usamos éstas, otra vez ponemos hipertensión y otra más hypertension. Por supuesto, si tienes tu propia colección de #hashtags, lo bordas. No sólo te facilitas a ti mismo la recuperación de la información, sino que se la facilitarás a todos aquellos que tengan tus mismos intereses.

Vamos a hacer la prueba de la imagen: una búsqueda tan simple como ésta aunque, como sabes, las búsquedas podemos complicarlas ad nauseam. Al darle a buscar, podremos recuperar todos nuestros tuits sobre HTA. Son muchos, muchísimos. Los más antiguos datan de 2010 y en la redacción y presentación también podemos ver nuestra propia evolución como tuiteros.

Pero no nos distraigamos de lo fundamental: Twitter  nos permite recuperar todos los artículos que, no lo olvides, tú decidiste un buen día que merecían ser destacados y publicados. Aquí los tienes de nuevo. Muchos de ellos ni los recordarás. Y de esta forma tan práctica puedes volver a verlos pasar delante de tus ojos una vez más, recuperando los artículos, guías, comentarios… que atesoran.

No podemos darle marcha atrás al segundero. Pero sí podemos darle la vuelta a este  infinito reloj de arena y sorprendernos embobados viendo caer una y otra vez su contenido. Es la magia del tiempo. Y la de Twitter…