Hace días hay un runrún en las redes sociales a cuenta de la decisión de Jean-Claude Juncker de situar la política sobre medicamentos y tecnologías sanitarias (incluida la Agencia Europea de Medicamentos) bajo la dirección de Industria. Esta decisión -toda una declaración de intenciones– puede tener desastrosas consecuencias en términos de salud pública y dar la puntilla a una Agencia más cercana a los intereses de la todopoderosa industria farmacéutica que de los intereses de los ciudadanos que sufragan vía impuestos su existencia. Como no podría ser de otra forma, el movimiento del Sr. Juncker ha suscitado airadas protestas dentro y fuera de nuestras fronteras. Nos unimos a las quejas traduciendo la sonrojante carta abierta que la revista Prescrire, en su versión en inglés, acaba de publicar. Sus ilustres remitentes, afirman lo siguiente…
A/A de Jean-Claude Juncker, presidente de la Comisión Europea
Estimado Sr. Juncker:
En 2009 el presidente Barroso decidió finalmente situar la política de la Comisión sobre productos sanitarios (medicamentos y dispositivos médicos) y la Agencia Europea de Medicamentos (EMA) bajo la responsabilidad de la Dirección General de Salud y Consumidores, en vez de la Dirección General de Empresa e Industria. Nosotros y otros muchos dimos públicamente la bienvenida a esta reforma, que había sido solicitada durante mucho tiempo. Constituyó una importante garantía de que se priorizaban la salud pública y los pacientes antes que los intereses económicos a corto plazo y los corporativos.
Un incomprensible paso atrás. Su decisión de transferir la responsabilidad de la política farmacéutica y la EMA a la Dirección General de Empresa e Industria constituye una gran decepción que ninguno de los grupos preocupados por la salud pública en Europa podemos comprender ¿Cuáles son las razones para este paso atrás? ¿Qué implicará para el futuro de la EMA y para los pacientes europeos?
Hemos observado de cerca el trabajo de la EMA desde sus inicios en 1996. Constante y enérgicamente defiende los intereses de la industria, prestando poca atención al punto de vista de los pacientes y los profesionales sanitarios. Para equilibrar la actuación de la EMA tiene que ser más receptiva a los intereses de aquéllos y la protección de la salud pública. Citaremos un ejemplo reciente.
En 2010, la EMA anunció una política proactiva de transparencia y acceso público a los datos sobre los que fundamenta recomendaciones que afectan directamente a la salud de los ciudadanos europeos. Esta política estaba alineada con la inexorable tendencia internacional hacia una mayor transparencia y que los miembros del Parlamento Europeo y el Consejo Europeo deseaban conseguir, como parte de la nueva regulación de los ensayos clínicos. Para sorpresa de los observadores y activistas que se han implicado en esta causa, la EMA ha hecho una espectacular retractación en los últimos meses, coincidiendo con la llegada de su nuevo director de los servicios jurídicos (cuyo pasado laboral se sitúa en la industria farmacéutica). La EMA explicó su cambio diciendo que había que tener en cuenta la postura de la Comisión en las negociaciones en curso sobre comercio trasatlántico.
Ponga la Salud Pública en primer lugar. La experiencia ha demostrado que los intereses de los laboratorios farmacéuticos sólo coincide con los de la salud pública cuando se les alienta a que se centren en necesidades sanitarias reales y urgentes, son obligados a evaluar suficientemente sus fármacos o cuando sus actividades promocionales son vigiladas. Demasiados fármacos introducidos en el mercado europeo ofrecen ventajas terapéuticas intangibles para los pacientes y algunos de ellos son inferiores a los tratamientos preexistentes.
Presidente Juncker, acercar la EMA y la industria aún más pone en riesgo la salud de los ciudadanos europeos. Creemos que su decisión fue tomada probablemente bajo la influencia de intereses comerciales, pero aún tiene la oportunidad de tomar una decisión mejor de cara al futuro, contando con una visión global de los intereses de los ciudadanos europeos y su salud.
Contamos con usted y el Mundo, está mirando.
Fiona Godlee, directora del British Medical Journal
Bruno Toussaint, director de la revue Prescrire
[…] los fármacos en Europa depende ahora de Industria, no de Salud (Europa Press – 14/09/2014). Sr Juncker, los medicamentos no son mercancía… (Sala de Lectura – 18/09/2014). Aunque el asunto ya os lo comentamos la semana pasada, […]
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[…] ← Sr Juncker, los medicamentos no son mercancía… […]
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Uno mas de todos los atropellos que vivimos el sector farmacéutico y por consiguiente, todos y cada uno de los ciudanos ya no solo de España, sino de Europa… que nos pillen confesados.
Saludos y enhorabuena por el articulo
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