
Desde que Internet irrumpió en nuestras vidas, allá por los años 90 del siglo pasado, han aparecido muchas herramientas nuevas que utilizamos en el ámbito personal y laboral. Atrás queda el impacto que supuso en su momento la aparición de las páginas web, aplicaciones como YouTube y no digamos las redes sociales. Ahondar en la huella que está dejando en nosotros la revolución digital que estamos viviendo -para bien y para mal- suena viejuno y si aguantas menos de 30 palos, seguramente este párrafo te haya despertado una sonrisa.
Si tienes hijos de cualquier edad verás que el hecho de estar sumergidos en la era digital desde su nacimiento les ha hecho asumir todo lo que rodea a la Red con gran naturalidad. No ocurre lo mismo con todos aquellos a los que Internet nos pasó por encima y nos obligó -de buena o mala gana- a cambiar nuestros hábitos de compra, de estudio, de lectura, de trabajo…
La evolución no cesa y a estas alturas no somos capaces de atisbar lo que nos queda por descubrir en los próximos años. Pero haciendo un pequeño alto en el camino hemos contado hasta 4 nuevas formas de comunicar que han surgido en los últimos años y que son fruto de nuestra forma de vida, que exige a los autores de contenidos ir al grano: un titular, una idea o mejor, una imagen, que fije el concepto que se nos quiere transmitir. Atrás han quedado irremediablemente blogs como este, con varios párrafos y cientos de palabras por delante. Ya no nos apetece leer. O no tanto. Queremos que, cualquier mensaje nos llegue de forma inmediata, instantánea. Nada de parrafadas, ni de perder el tiempo con explicaciones. Nada de textos con varias hojas, ni de vídeos con decenas de minutos de metraje.
Lo anterior tiene sus derivadas: accedemos a una información cada vez más superficial que nos convierte en carne de manipulación, porque no nos exponemos a las ideas, ni confrontamos los argumentos para quedarnos con los mejores. No hay tiempo para eso. Ni ganas. Y todo esto sin hablar del fenómeno clickbait que pone sobre la mesa uno de los objetivos fundamentales del mundo actual: captar tu atención.
Todo lo anterior no tiene por qué ser negativo. De hecho, la necesidad de captar tu atención y comunicar en milisegundos ha parido estas 4 herramientas que son eso: herramientas, de las que podemos hacer un buen o mal uso. Vamos a glosarlas brevemente:
Hilos en Twitter Al tener los mensajes en esta red social una extensión limitada a 280 caracteres, la solución para saltarnos esta barrera es fácil: ir encadenándolos hasta que el rollo que quiera colocar, quepa. El rollo, o la clase magistral sobre cualquier asunto, porque en Twitter se concentra lo peor y lo mejor de nuestra especie. Ahí radica su grandeza. Sobre las posibilidades de los hilos, te dejamos 2 ejemplos de lo que decimos (1 y 2).
Microblogging Como su nombre indica, consiste en hacer posts breves (micro entradas) que, de forma más extensa que un tuit, pero (mucho) más concisa que una entrada convencional (como esta) transmiten la información de forma directa, rápida, eficiente. O eso, al menos, pretenden. Este fenómeno ha alcanzado su máximo esplendor en Instagram (en combinación con una o más infografías o no) pero también podemos observarlo en Facebook, WhatsApp y no digamos en los infinitos canales de Telegram.
Infografías Para cualquier autor, es un gran reto destilar el mensaje combinando unas pocas palabras y/o imágenes. Aunque a veces, se necesitas muchas. En cualquier caso, la infografía es un género en sí mismo. Las hay que son auténticas obras de arte y otras que son la base sobre la que se erige toda una sección de una revista.
Inforresúmenes Son similares a las anteriores, pero más breves, por lo que también las podríamos denominar micro infografías. Son muy conocidos las elaborados por la Cochrane que, de forma sinóptica exponen las ideas claves de una -a menudo- larga y prolija revisión. No obstante, siempre tienes la opción de ir al documento original o un resumen del mismo. A esta tendencia también se han apuntado las revistas médicas, en las cuales es cada vez más frecuente encontrar un breve resumen gráfico de sesudos estudios, lo que facilita enormemente la lectura de sus artículos. Dos ejemplos muy cercanos son el JAMA y el NEJM que se refieren a esta herramienta como resúmenes visuales.
Colofón Hoy hemos hecho una reflexión en voz alta de cómo la Red está cambiando la forma en que se comunica o transfieren información y conocimiento, en general y en Medicina, en particular. No nos hemos referido a vídeo blogs o podcasts porque nos queríamos centrar en la irrupción de herramientas aparentemente sencillas, como las que hemos recogido en el post, de gran impacto visual que, muy a menudo, consiguen sus 2 objetivos principales: captar nuestra atención y dejarnos las ideas para llevar a un click de distancia.
No es que tengamos poco tiempo, es que perdemos mucho, dicen que dijo Séneca. Seguro que los creadores de las herramientas que hemos glosado hoy, pensaban lo mismo…