Discurre apaciblemente el verano, o no tanto, porque mientras dronedarona vive su particular via crucis,  a raíz de la suspensión del estudio PALLAS, como nos informan en Hemos leído y e-butlletí groc, los de Bayer se han llevado una buena bronca por hacer un uso inapropiado de Twitter. Vemos que determinada industria farmacéutica sigue sin encontrar su sitio en las redes sociales, auténticas mallas donde fluye la información y el contacto entre profesionales y pacientes y en las que se enreda sin remisión. Más le valdría abonarse al magnífico contenido de determinados recursos para situarse y no dar la triste sensación, como dijo en su día Rafa Bravo, de seguir engordando esperando, añadimos nosotros, su particular San Martín.

Pero hoy queremos centrarnos en el New Zealand Guidelines Group, recurso estrella donde los haya, que acaba de remozar su página web y lo ha hecho presentando, con el título Guidance on the management of type 2 diabetes, una actualización de su guía de práctica clínica basada en la evidencia de DM2. Y pásmense ustedes, presenta la guía en los habituales formatos (completo y resumido) que nuestros queridos kiwis han aderezado con una presentación en PowerPoint, para facilitar la difusión de su contenido y un novedoso formato en e-book pensado para cacharros como el iPad donde por cierto, se desenvuelve estupendamente. Pero ¿y el contenido? ¿qué dice la nueva guía? Pasa y échale un vistazo a las notas que, a vuelapluma, hemos tomado…

1.- La guía está específicamente orientada hacia la atención del paciente con DM2 en atención primaria, con un triple objetivo:
– La detección precoz de los pacientes con un alto riesgo de desarrollar complicaciones.
– Optimizar el tratamiento de la HTA y la microalbuminuria.
– Mejorar el control glucémico (lo que puede implicar adelantar la insulinización)

2.- Para prestar al paciente una atención más personalizada lo cataloga en 3 niveles de riesgo (bajo, moderado y paciente que ya sufre complicaciones) que parte de un enfoque multifactorial de la enfermedad: así, tiene en cuenta los niveles glucémicos, pero también otros no menos importantes como presión sanguínea, tabaquismo, función renal… e incluso la adherencia al tratamiento y las recomendaciones.

3.- El tratamiento no farmacológico y farmacológico está en función del nivel de riesgo del paciente, determinado en el paso anterior. El nivel de HbA1c objetivo recomendado es de 6,7-7,1% (si el paciente lo tolera) y la base del tratamiento continúa siendo la metformina y las sulfonilureas, con la insulina en la tercera línea del mismo.

4.- En relación a la HTA, los niveles objetivo recomendados son 130/80 mm Hg, advirtiendo expresamente que una PS <120 mm Hg puede ser perjudicial para el paciente. Los antihipertensivos de elección son los IECA (con los ARA-II como alternativa) seguidos de los antagonistas del calcio o los diuréticos tiazídicos

5.- La guía también aborda aspectos del tratamiento como el autocontrol de la glucemia capilar o la insulinización en atención primaria. Mención aparte merecen sus completos apéndices (que no olvidan la educación diabetológica) y una cuidadísima y práctica presentación.

En resumen, estamos ante un brillante producto que favorece un abordaje multifactorial de la DM2, específicamente diseñado para el profesional sanitario de atención primaria, completo, basado en la evidencia y totalmente recomendable. Esperemos que tenga una buena acogida por la comunidad científica y seamos capaces, entre todos de avanzar en la verdadera epidemia de éste, nuestro siglo…