Comienza la última semana de 2012. Es hora de hacer balance. Que cada cual haga el suyo. Nosotros hemos exprimido una felicitación personal para extraerle las palabras clave. Habla de gratitud, esperanza, ilusión, felicidad y amor. Mucho amor. Quizás este año no haya sido el mejor de todos. O sí. Quién sabe. No obstante, no queremos despedirlo sin recordar, mirándonos al espejo, que en la vida hay cosas esenciales. Y las demás, por descarte, son accesorias. En Sala de lectura, hemos aprovechado un anuncio de una conocida tienda de regalos para ilustrar esta breve reflexión que, por obvia, no deja de quedarse una y otra vez en el fondo del bolsillo de nuestro día a día. Por una Navidad diferente. Felices fiestas. En 2013, más…
el 2012 fue primero malo y luego bueno,todo revuelto se volvio increible.Yo quiero para el 2013 todas esas cajas de regalos me gustan todas.
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Todos los años aportan algo importante, tranquilos o revueltos, plácidos o con cierto o mucho sufrimiento y dolor, son necesarios.
Vamos creciendo, comprendiéndonos un poquito más, comprendiendo la vida. El balance, creo, siempre es positivo. Nos movemos en línea recta hacia nuestro destino que desconocemos y eso es lo más importante.
Todo lo demás es prestado. Ah sí, el amor ya lo tenemos dado en el diseño inicial. Tan solo hemos de descubrir cómo vivirlo lo más que se pueda.
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