(AETSA) Calidad metodológica de las principales guías de diabetes

kf00pmc0bvuuom-Hace unas semanas se publicó en Circulation un artículo en el que se comparaban las recomendaciones de la guía ACC/AHA de colesterol (a la que dedicamos un post en su día) con otras guías publicadas a nivel internacional. Quien tenga la curiosidad de leerse esta publicación se topará con la tabla 2 en la que, imaginamos que con desazón, verá que no son coincidentes. Para muestra de lo anterior, la figura de abajo en el que las distintas recomendaciones invitan a coger una margarita y deshojarla, antes de tomar una decisión terapéutica que puede afectar la calidad de vida del paciente o modificar su pronóstico. Nada menos.

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Siendo muy interesante, echamos de menos en el artículo de Circulation una evaluación de la calidad de las guías que respaldan las recomendaciones recogidas. Hace tiempo que pasó nuestra juventud (al menos, cronológica) y, por ende, la edad de la inocencia. A ello han contribuido publicaciones como ésta, de Plos Medicine, cuya pestilente conclusión dice literalmente, para que no haya lugar a dudas, que Financial relationships between organizations that produce clinical practice guidelines and biomedical companies are common and infrequently disclosed in guidelines. Hablan de financial relationships que en ocasiones superan las decenas de millones de dólares, que se suelen ocultar al incauto lector de las guías y en las que hay una relación directa entre la transparencia y el sentido de las recomendaciones.

El párrafo anterior nos lleva a la conclusión tantas veces recogidas en este blog (al que, por cierto, hemos rebautizado para volver a los orígenes) de que no nos parece razonable ni prudente tomar decisiones clínicas que pueden condicionar la vida de los pacientes en base a guías de práctica clínica que previamente no hemos evaluado. Independientemente de si la guía es de tal sociedad o cual organismo. Porque, sencillamente, podemos estar confiando dichas decisiones en guías que no son dignas de confianza.

En este orden de cosas la Agencia de Evaluación de Tecnologías Sanitarias de Andalucía (AETSA) ha publicado en su web un documento técnico en el que evalúa la calidad metodológica de las principales guías de diabetes. Sin más preámbulo, veamos sus ¿sorprendentes? resultados…

¿Quién? La AETSA es un organismo público dependiente de la Consejería de Salud cuya función es la investigación y al análisis de las tecnologías sanitarias, a fin de facilitar el establecimiento de prioridades en su utilización, con base en su valoración clínica, ética, económica y social en Andalucía.

¿Qué? La AETSA ha publicado un informe cuyo objetivo ha sido identificar guías de práctica clínica y otros documentos estratégicos en los que se aborde el manejo y tratamiento farmacológico de la DM 1 y 2 en pacientes adultos y se expliciten las recomendaciones y/o estándares de calidad.

¿Cómo? Para la elaboración del informe, se realizó una búsqueda sistemática (se especifica la metodología) de los documentos publicados en los últimos 3 años y posteriormente se evaluó su calidad metodológica mediante la herramienta AGREE, aplicada por dos evaluadores de forma independiente

Resultados Los resultados de la evaluación de las guías se recoge en el siguiente cuadro:

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Comentario: como puede verse en la tabla anterior las guías del NICE (tanto en DM1 como en DM2) son las mejor valoradas en 5 de los 6 dominios evaluados, incluyendo el rigor metodológico y la independencia editorial. O dicho de otra forma, las guías del NICE de diabetes nos parecen dignas de confianza, lo que no implica que debamos aplicar sus recomendaciones a rajatabla, sin adaptarlas previamente al contexto de nuestro Sistema Nacional de Salud. Y todo lo anterior, como decíamos en nuestro anterior post, teniendo en cuenta los valores y prioridades del paciente, en un contexto de toma de decisiones compartida.

A algún lector le puede parecer decepcionante que guías muy publicitadas, que apuestan decididamente por darle mayor protagonismo a los nuevos antidiabéticos y por situar a todos los fármacos al mismo nivel, no sean -precisamente- las más valoradas. A estos lectores les sugerimos que le echen un vistazo al último post de Carlos Cuello en Sin Estetoscopio, toda una lección magistral del avance que la metodología GRADE ha supuesto en el rigor y transparencia en la elaboración -a partir de las mejores pruebas disponibles actualmente- de las recomendaciones. Metodología GRADE abrazada por las guías mejor valoradas y obviada por otras guías -o simplemente, consensos- lo que impacta directamente en su rigor metodológico y calidad.

Terminamos por hoy una entrada sobre un informe que pone blanco sobre negro. Ni todos los documentos denominados guías de práctica clínica lo son formalmente, ni están basados en la evidencia, ni su calidad metodológica es la misma. Desconocemos cuáles serán tus preferencias, pero nosotros apostamos porque las recomendaciones de las guías de práctica clínica basadas en la evidencia con una calidad metodológica adecuada y actualizadas, sean la base de nuestras decisiones aunque como dijo la McCartney,  la toma de decisiones por parte de las personas puede variar, modificarse y con frecuencia depende de contextos e influencias más allá de la consulta. Esto es Medicina, no Matemáticas…

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