Son varias las ocasiones, en que nos hemos referido en Sala de lectura a la batalla de la hipertensión arterial que, periódicamente, al son de un nuevo estudio o nueva guía, modifica, o intenta modificar, las cifras objetivo de presión arterial en tales o cuales pacientes. Así, en 2013 difundimos la rocambolesca historia de dichas cifras a la sombra de una magnífica publicación del JAMA Intern Med. Ese mismo año se publicó la 8ª edición de las guías del Joint National Committee de las que, con sorna y alivio, destacamos que, por fin, se basaban en la evidencia. Y a su contenido le dedicamos un post. Más recientemente, hace ahora un año, publicamos una nueva entrada en la que nos centrábamos en la idoneidad del tratamiento farmacológico en la HTA de grado 1 a cuenta de un meta-análisis aparecido en Ann Intern Med cuyos resultados intentamos contextualizar.
En torno a las cifras objetivo giran aspectos clave como el sobrediagnóstico y la medicalización innecesaria, por un lado, y el legítimo deseo de conocer qué valores de presión arterial son los más recomendables para prevenir las complicaciones asociadas a este factor de riesgo cardiovascular. Todo ello, intentando no caer en una perspectiva medicalizadora (no todo el tratamiento es farmacológico) ni hipertensiocéntrica, pues el paciente y su riesgo cardivascular, van mucho más allá de los valores de sistólicas y diastólicas.
En este contexto, este año se ha publicado el estudio SPRINT, promovido por los National Institutes of Health norteamericanos que tuvo como objetivo contrastar la hipótesis de que unos objetivos de PA inferiores (p.ej. PS <120 mmHg) reducirían los eventos más que las cifras objetivo actualmente establecidas, en pacientes de alto riesgo cardiovascular no diabéticos. Como sabes, los autores concluyeron que en estos pacientes una PS objetivo <120 mm Hg, comparada con una PS objetivo <140 mm Hg disminuía las tasas de eventos cardivasculares mortales y no mortales, así como la mortalidad por cualquier causa, aunque al precio de tasas significativamente mayores de algunas reacciones adversas.
Para evaluar y determinar el alcance del estudio SPRINT recomendamos leer el post que publicó en su día Rafa Bravo y -sobre todo- el análisis de RxFiles que expone con claridad las fortalezas, debilidades e incertidumbres alrededor de los resultados de este importante ensayo clínico, más allá del postureo evidencial de los que -como siempre- intentan llevar el agua a su molino a propósito de un caso, una guía o un ensayo clínico, aunque sea -como en esta ocasión- abierto.
Las cosas no son tan fáciles como parece. Tratar la HTA (insistimos, con o sin medicamentos) tiene ventajas e inconvenientes. Y no tratarla, también. El arte, está en dar a cada paciente la dosis justa de tratamiento en función de sus características, sin olvidarnos del primum non nocere, lo cual va muchas veces más allá de los límites establecidos por la Ciencia.
Como prueba de lo irrisorio que a veces puede resultar la discusión sobre las cifras objetivo, hemos leído en AMA Wire (otra fuente a tener en cuenta) un artículo en el que se describe el tremendo impacto que puede tener una determinación incorrecta de la PA en los resultados obtenidos. Así, tal y como puede verse en la tabla de más arriba, aspectos como que el paciente acuda a medirse la PA con la vejiga llena, no tenga apoyada la espalda, o bien asentados los pies, permanezca con las piernas cruzadas, colocarle el manguito sobre la ropa, que no apoye el brazo, esté enfrascado en una conversación o no haya reposado al menos 3′ antes de la medición pueden incrementar los valores entre 2 y 15 mm Hg.
La Medicina Basada en la Evidencia es, en nuestra opinión, uno de los mayores avances que produjo la Ciencia en el siglo pasado. Pero de nada sirve si sus dictados no se tienen en cuenta o, en el otro extremo, son aplicados a rajatabla sin considerar que, como dijo Wright, todo forma parte de un todo. No obstante, a veces nos fijamos caprichosamente en sólo una de las partes y la HTA, en este 2015 del que nos despedimos, no iba a ser una excepción.
Feliz 2016.
[…] difícil equilibrio que ha de mantener el buen clínico habla este espléndido post del Rincón de Sísifo. Aunque creas que lo controlas, el sesgo forma siempre parte de la investigación y la […]
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[…] Ver entrada en su sitio original […]
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[…] aspavientos, presentando las diferentes caras que tiene el poliedro de la medicina. Lo hacía El Rincón de Sísifo en su último post respecto al asunto de la cifra de presión arterial a partir de la cual se debe […]
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[…] que ( a mi modesto juicio) es un buen ejemplo de información matizada , la que escribe en su blog Carlos Oropesa. La diferencia es que a éste, por desgracia, le lee mucha menos gente de la que lee un artículo […]
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[…] de seguridad del paciente. Y todo ello, sin olvidar que la medición de la PA deja en ocasiones bastante que desear, que aún pululan por las consultas un ejército de hipertensos desconocidos, que otros tienen un […]
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[…] de seguridad del paciente. Y todo ello, sin olvidar que la medición de la PA deja en ocasiones bastante que desear, que aún pululan por las consultas un ejército de hipertensos desconocidos, que otros tienen un […]
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