Julio: Motivación y dirección de personas en medicina de familia: Dejad de jugar con nosotros

Interesante entrada la de hoy, que corresponde a la del mes de julio de la iniciativa APXII. En ella se aborda el difícil tema de la dirección de personas en los sistemas sanitarios, las penosas condiciones laborales en las que muchos se desenvuelven a diario y la (des)motivación reinante. Aunque sus autores se han centrado en los médicos de familia, la situación es extrapolable al resto de los profesionales sanitarios del SNS, observándose desde hace años una situación no ya de falta de sintonía entre gestores y gestionados, sino una verdadera desafección por todo lo que viene de los despachos.  Pero ellos lo explican mejor y su post, dice así:

Cuando una organización no cuida las condiciones laborales ni las condiciones de desarrollo profesional de los profesionales que trabajan en ella corre el peligro de que éstos acaben por no sentir como propios los valores que la organización teóricamente persigue, generándose una divergencia difícilmente salvable entre la organización (per se) y los profesionales que la conforman. Esto es lo que ocurre en la Atención Primaria de nuestro Sistema Nacional de Salud (con sus 17 subdivisiones atomizadas), en la que la gestión y dirección de las personas que trabajan en ella [habitualmente llamadas «políticas de recursos humanos»] han dejado de ser una oportunidad para la consecución de unos objetivos para ser un problema (de salud, incluso).

En lo que se refiere a las condiciones laborales, contamos con un modelo profesional cuyos integrantes han de pasar 8-10 años encadenando contratos de un máximo de 6 meses, aboliendo así la longitudinalidad y la continuidad -dos de los valores nucleares de la Atención Primaria-, en busca de la promesa más o menos formal de una plaza fija en la cual cultivar a base del paso de los años la mal llamada carrera profesional, no basada en méritos, iniciativas o logros, sino convertida en un premio al paso de los años.

Este tema de la llamada “carrera profesional” es, quizá, uno de los mayores puntos críticos de la actual gestión de las condiciones de desarrollo profesional de los integrantes del sistema público de salud. El sistema actual de carrera profesional no sirve para potenciar o impulsar el desarrollo profesional de los médicos ni para recompensarlo, convirtiéndose, incluso, en un obstáculo para éste pues ocupa un lugar (legislativo, normativo) que no puede ocupar otro modelo mejor. Los incentivos extrínsecos no logran activar el sistema de autocontrol espontáneo de los profesionales (la dedicación) ni alinearlos con los objetivos de la institución; los gestores deberían comprender que los médicos de familia no hemos elegido esta profesión para recibir las “propinas” de los incentivos monetarios (disfrazados de “carrera profesional” o de “productividad”), sino para decidir junto con nuestros pacientes lo que a éstos más les conviene; en este sentido podríamos afirmar que ni siquiera los gestores más economicistas querrían tener trabajando para ellos a un médico excesivamente motivado o motivable por incentivos monetarios; en el caso de que esto fuera así nos encontraríamos ante una organización que preferiría al profesional mercenario antes que al profesional ético. Nosotros hablamos desde el supuesto de que estamos en una organización ética, pero esto ha de concretarse en hechos y conductas observables.

Para la consecución de los objetivos de la Atención Primaria es necesario que los médicos de familia presenten unos altos niveles de motivación y dedicación, pero esto no se logra con el control externo mediante la simple aplicación del poder coactivo (estímulos externos -premio o castigo-) y del reglamento (delimitación pormenorizaca de aquello que el profesional debe hacer para lograr lo objetivos). Es preciso trabajar en la retención del talento: identificar a los profesionales con las mejores capacidades y potencial de acción y comprometerles con lo que la Atención Primaria más necesita en cada momento; generar un entorno organizativo y de práctica con valor para dichos profesionales y orientar la organización hacia la creación y transferencia del conocimiento que en ella existe para que pueda ser utilizado por todos sus miembros.

Para que los médicos de familia asuman cooperativamente la responsabilidad relacionada con la misión de la Atención Primaria es necesario: a) descubrir, reconocer y potencias las capacidades de los profesionales, devolviéndoles el poder, reconociendo que cada vez pueden estar más capacitados para responder a nuevos objetivos; b) clarificar las reglas del juego y los valores compartidos (la cooperación responsable no germina cuando la opacidad y la ausencia de veracidad y coherencia entre lo que se dice y lo que se hace se instalan en la institución -organización hipócrita-) y, c) gestión de personas basada en la confianza y no en la sospecha.

Los responsables de nuestro sistema sanitario harían bien en plantearse la siguiente cuestión: ¿vamos a mantener la estructura burocrática de control maquinal o vamos a desarrollar en serio la autonomía responsable -empoderamiento- de nuestros médicos de familia?

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Autores (p.o. alfabético):

Julio Bonis Sanz. Médico de familia. MBA-IESE.

Carmen L-Fando Lavalle. Médico de familia. Autora de eltiempoestuyo

Juan Simó Miñana. Médico de familia. C.S. Rochapea. Pamplona (Navarra).

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Materiales complementarios:

3 comentarios

  1. No me cabe duda que nuestr@s inept@s gobernantes, de uno u otro signo ya que son tod@s secuaces de la oligarquía económica que nos gobierna sin haberla votado, están decididos a privatizar la sanidad y para justificar esa medida ante el aborregado votante de derechas o de izquierdas, la primera medida es desprestigiar la sanidad pública, lo que entre otras medidas lo primero es «desesperar y después demonizar» al personal. ¿A alguien de este colectivo le suena ahora más fiable lo argumentado por los controladores aéreos, o van a seguir creyendo a nuestr@s manipladores por vendidos gobernantes?

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  2. A mi hay cosas o frases, que cuando alguien las dice no le prestas importancia, pero al cabo de un tiempo te das cuenta, que se me quedan en el interior de la mente. Mi primer jefe, me dijo una vez una cosa que quizas deban aprender muchos de los profesionales sanitarios y fue: «…si yo o la empresa no te motiva, motivate TU, o te despediran…», claro la direferencia es que hablamos de la privada y donde si no … bueno a juntarte con los 5 millones de Españoles.
    Si las organizaciones sanitarias no te Motivan, es que no motiva acortarse todos los dias sabiendo que haces lo mejor posible tu trabajo y recordar el bien que a muchas personas les proporcionais. Una Sonrisa de un paciente deberia de motivar más que las productividades de Abril, al final el dinero se va y las experiencias se quedan con nosotros.
    Mi amigo Emilio dice que el optimismo en su mayor parte es un factor Genetico o se consigue en los 3 primeros años de vida, por eso sera que todos los dias cuando me levanto quiero hacerlo mejor que el dia siguiente.
    Espero que reflexioneis, todos aquellos desmotivados y pensar que yo (paciente) recuerdo a todos los sanitarios que me han tratado bien, incluso algunos de sus nombres, por cierto se ve a una legua a los medicos, enfermeros, celadores….que les gusta su trabajo, se les nota en su cara.
    Un abrazo.

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