Desde hoy luce en la página principal de Sala de lectura un logotipo que es posible que hayas visto antes. Reclama la neutralidad de la Red y si pulsas sobre él te lleva a un vídeo de YouTube en el que se da una explicación tan escueta como útil, de lo que es y supone este término.
Los que llevamos más de una década navegando, hemos vivido muchas cosas en Internet. ¿Quién no recuerda los antiguos módems de 33,6 Kb? ¿y los de 56,8 Kb? Entonces las conexiones eran lentísimas y comenzaban con el musiqueo del diálogo módem. Ni que decir tiene que el ancho de banda rozaba lo ridículo, que las conexiones eran inestables. Entonces, bajar o subir un archivo de más de 1 Mb suponía invertir, con suerte, un buen rato y con mala suerte, una tarde entera. Hablamos de archivos de texto. A lo sumo, de un pdf. En aquellos momentos, bajar música o vídeo, era ciencia ficción.
A nuestro particular universo no habían llegado las redes sociales. Ni la alta resolución. Tampoco sabíamos qué era la banda ancha. Ni la web 2.0. Es más, vivíamos inmersos en la web 1.0 y ni siquiera lo sabíamos. Sólo algunos gurús se atrevían a pronosticar qué nos depararía el futuro enredados. Leíamos con fruición aquellos artículos que nos contaban que esa conexión lenta, tortuosa, que ponía a diario a prueba nuestra paciencia y que era, dicho sea de paso, carísima, iba a cambiar nuestra vida.
Luego apareció el ADSL y aceleró el cambio. Vino la fibra óptica y supuso la revolución. Internet evolucionó hacia lo que hoy conocemos y, efectivamente, como algunos visionarios pronosticaron, ha cambiado nuestras vidas. Si no te lo crees, pregúntante cómo hacías las cosas hace 10 años y cómo las haces ahora. Dónde buscas información. Cómo haces tus transacciones bancarias o te comunicas con amigos, familiares o compañeros. Y mil cosas más. La revolución tecnológica ha venido acompañada de una auténtica revolución social. La web 2.0 ha creado un entorno cooperativo a nivel mundial. ¿Te gusta la música, la fotografía, las motos, la decoración, la literatura, viajar…? ¿quizás la cocina? Encontrarás miles de páginas en las que bajarte esa receta que tanto buscabas. Con incontables variantes. Narradas por los mejores cocineros o por personas anónimas. Y vídeos para ver el proceso. Pero además, podrás plantearle al autor tus sugerencias. Tus dudas. Tus correcciones.
Pues bien, todo este mundo que tú, yo, nosotros, construimos día a día, está amenazado. ¿Por quién? Por los que pueden. Fundamentalmente, grandes corporaciones y gobiernos. Ahora mismo, este increíble universo disfruta de la neutralidad de la Red, que significa que puedes navegar libremente por Internet sin que tu proveedor de servicios (Movistar, Vodafone, Ono… cualquiera) ni nadie, pueda coartar dicha libertad. Imagina por un momento que tu proveedor firma un acuerdo con Yahoo y decide que no uses Google. ¿Qué pasaría? Que te verías abocado a utilizar Yahoo y dejar de usar, por ejemplo, las herramientas de Gmail. Lo mismo podría ocurrir con YouTube, tu banco, las revistas que consultas, los periódicos que te gustan, los blogs que lees. Los ejemplos, ponlos tú. Son infinitos. Por tanto, los intereses comerciales y políticos están al acecho. En referencia a éstos, a nadie se le escapa la incomodidad que crea Internet a los que tienen poder, en cualquiera de sus variantes. Los terribles acontecimientos del Sahara, los hemos conocido gracias a la libertad de la Red. Lo mismo podemos decir de Afganistan, Iraq, Cuba o los múltiples casos de corrupción habidos en nuestro país o fuera de él. Nada escapa al discurso de la Red. Y claro, hay quien piensa que esto debe acabarse. Que la gente no puede disfrutar de tanto poder. Dicho de otra manera, no están dispuestos a ver que su estatus se tambalea porque un ciudadano aquí o en Pekín, esté dispuesto a denunciar un delito, un abuso, la incoherencia de quien no predica con el ejemplo o a poner en solfa la verdad oficial, el discurso establecido.
Ante esto, ¿qué podemos hacer? Mucho. Muchísimo. En primer lugar, informarnos. Concienciarnos. En segundo, actuar. Todos estamos afiliados a un partido político, sindicato, asociación profesional, colegio, grupo, peña… hagamos de correa de transmisión. Todos tenemos ideología y votamos a tales o cuales. Pero una cosa debemos tener clara: la libertad en la Red está amenazada. Y la Libertad, con mayúsculas, está por encima de cualquier ideología. Es un valor básico y condición sine qua non en Democracia.
Con esta entrada sólo pretendemos informar y concienciarte, querido lector. Y sobre todo, dar un toque de atención a la efervescente blogosfera hispanoparlante. Oirás hablar mucho de neutralidad de la Red. Ya sabes, más o menos, qué se está discutiendo. A partir de ahora, puedes volar con tus propias alas y aumentar tus conocimientos sobre el tema. Aclarar tus dudas. Opinar. Y mover tu particular y poderosa ficha. Disfruta tu libertad, ahora que puedes. Y actúa para que esto no cambie jamás.
Pues si….. de momento Internet, es de lo poco que queda en el mundo, bueno, bonito y ……no me atrevo a decir que barato, puesto que lo proveedores de servicios cobran y bien por dejarnos acceder a los contenidos….tanto a los libres como a los de pago. Estoy deacuerdo en la iniciativa, porque, siempre están bien, las iniciativas en favor de la libertad, pero por otra parte, me da la impresión, de que el mismo mercado de los proveedores, que de momento es muy competitivo, se encargara de despejar las dudas. Si nuestro actual proveedor nos pone problemas de acceso, ¿Qué nos impide cambiarnos a otro?, si cada proveedor implanta “su política” ya escogeremos con cual estamos más de acuerdo, y a quien pagamos cada mes nuestro dinero. ¿No os parece? que si se corriera la “fama” de que un proveedor coarta la libertada de sus clientes, seria aprovechado por otros, para “proclamar su libertad” ¿no se hundiría, una empresa, que iniciara políticas restrictivas, en una sociedad con libre elección de proveedor? de momento, si mi proveedor me pone problemas posiblemente me dé de baja y elija otro ¿vosotros no?.
Me gustaMe gusta
Hola Manuel:
Yo también me hice el mismo planteamiento que tú. Si mi proveedor comienza a darme problemas con los accesos (ojo, que estos problemas pueden ser muy sutiles) siempre tengo la posibilidad de cambiarme. Pero no olvidemos que estamos en España, donde el mercado está cautivo (casi todos dependen de la red de un proveedor, que alquilan y revenden) y donde no podemos descartar la posibilidad de que todos hagan lo mismo porque claro, son empresas que quieren obtener beneficios. Cuantos más, mejor. Pero vamos, más que el mercado, que se puede regular, me preocupan los políticos, que están directamente afectados por la Libertad de la Red (véase el lío de Wikileaks) y, no tienen de momento mucha intención de blindarla legalmente.
Gracias por tu comentario y recibe un cordial saludo.
CARLOS
Me gustaMe gusta